El pasado viernes día 11 de noviembre se constituyó el Comité de Empresa de Sevilla, reunión puramente formal donde se eligió como presidente a Eduardo Rico y como secretaria a Paca Moya, a propuesta de CC.OO. Los nuevos cargos se eligieron por 14 votos a favor (8 de CC.OO. y 6 de UGT) y 9 abstenciones (5 de CGT y 4 del SPA).
Ya en esta primera reunión se produjeron dos renuncias, concretamente las de los candidatos electos Angel Acién y Enrique Jesús Moreno, que iban por la lista de UGT en los puestos 3º y 7º, respectivamente. Dichas renuncias han propiciado que Rafael Navas, aunque no fuera elegido por los trabajadores ya que se presentaba como 8º candidato y su sindicato sólo ha obtenido seis representantes, forme parte del Comité de Empresa de Sevilla.
Podemos calificar como lamentable el hecho de que personas que van en puestos altos en una lista de un sindicato de clase y que seguramente han sido votadas por compañeros para representarlos ni siquiera hagan acto de presencia en la constitución del Comité de Empresa. Estos dos candidatos electos tampoco han argumentado los motivos de tales renuncias, por lo que, de alguna manera, han engañado a quienes confiaron en ellos y les votaron.
Asímismo, el nuevo presidente y la secretaria del Comité de Empresa, con el apoyo de UGT, tampoco tuvieron ni interés ni valor en elegir a los cinco representantes de Sevilla en el Comité Intercentros. En CGT lo tenemos muy claro: de 23 representantes del Comité de Empresa hay que elegir 5, es tan fácil como una simple regla de tres.
Y por último y para concluir esta primera y lamentable reunión, el compañero Paco Burgos (SPA) quiso entrar en materia proponiendo el tema de los aparcamientos de las motos, pero, sorprendentemente, Miguel Benítez (CC.OO.) quiso hacer acto de presencia y protagonizó una intervención formalista argumentando que en la primera reunión de constitución no había Ruegos y Preguntas. Una conclusión secundada por UGT, por lo que no se trató ni ése ni ningún otro tema.
Resumiendo, 23 personas perdiendo el tiempo. Eso sí, poco, porque la reunión duró unos 20 minutos. Esperamos que ésta no vaya a ser la línea de trabajo de este órgano de representación.
