Este ha sido el Intercentros –una vez más- del “me lavo las manos”, esta vez ante la crisis de ALISA. Los compañeros de UGT y CCOO no son capaces de afrontar la situación en la que han dejado a la RTVA. Tratan nuevamente de buscar una salida fácil, engañando a los trabajadores. Sus panfletos vuelven a hostigar a nuestra sección sindical por disentir de ellos, y lo que es aún peor, siguen instigando a comportamientos radicales e intolerantes. La verdad de todo este asunto es que no tienen otra salida, salvo, buscar desesperadamente un “chivo expiatorio” para intentar camuflar su irresponsabilidad y negligencia que nos ha conducido a ser la empresa pública más cuestionada de Andalucía, y por supuesto, a la indefensión de todos los trabajadores que han adquirido o adquirieron una fijeza “ficticia”, fundamentada más en sus propios intereses y los de la empresa que en el legítimo de los trabajadores.
No es suficiente ponerlo en un panfleto para que sea verdad. CGT no ha “animado” a ALISA a que ejecute la sentencia (lleva siete años recurriendo), CGT se ha informado de la intención de esta asociación y de los pasos que les han conducido a esta sentencia y así ha informado al intercentros para que éste asuma su responsabilidad e informe a los trabajadores. Ahí están nuestras propuestas y sus votaciones. CCOO y UGT consideran que NO ES NECESARIA UNA ASAMBLEA DE TRABAJADORES porque estos están suficientemente informados por la empresa. Igualmente, consideran suficiente enviar una nota “tranquilizadora” a los trabajadores, y limitarse a decir lo que la empresa les ha dicho que digan: “que no pasa nada y que los malos son los de CGT”. Mientras, siguen profundizando en un proceso, igualmente impugnado, sin pararse a evaluar el perjuicio de firmar alegremente convocatorias no sujetas a la ley.
El representante de UGT, Rafael Navas, le quita importancia a la sentencia del Tribunal Supremo argumentando que es una maniobra política de precampaña (¿En manos de quiénes estamos…?). Y sus socios de CCOO dicen que ellos no están demandados y que por lo tanto… la empresa se las entienda. Olvidan que ellos firmaron el VI Convenio Colectivo y la convocatoria de empleo, que fueron denunciados en primera instancia por ALISA y que han estado callados durante estos ocho años. Ahora cuando les ha estallado el problema en la cara siguen CALLADOS y votando en contra de ASAMBLEA DE TRABAJADORES. ¿Qué temen?
Saben fehacientemente, que esta sentencia anula todo lo derivado de ella y siguen sin asumir su responsabilidad y sin decírselo a los trabajadores, dejando alegremente que el proceso del VIII Convenio Colectivo siga adelante –haciéndole el juego a la empresa- para que los daños sean mayores.
Todo esto no es más que la situación que CCOO Y UGT ha ido provocando año tras año, permitiendo que la empresa haga lo que quiera, al igual que ellos. No ha habido una Convocatoria de Oposición Libre desde el año 1994-95. No han sido capaces, con su mayoría, de arrancar una convocatoria pública, al menos cada dos años, para que los trabajadores hubiéramos ido consolidando nuestras plazas paulatinamente. La demora de tantos años crea indefensión y precariedad entre los contratados que después de décadas temen enfrentarse a unas Oposiciones Libres. Aún así, había una salida a todo esto: el Concurso Libre de Méritos. ¿Por qué la empresa con el apoyo de CCOO y UGT tumbó este concurso que conjugaba los intereses de los de dentro con los de fuera? ¿Por qué dijeron que era “jurídicamente insostenible” sin presentar nunca un informe del gabinete jurídico?
CGT no se “jacta” en absoluto de este grave problema que afecta, prácticamente, a la mitad de la plantilla. Al revés, nos sería más fácil mirar para otro lado, o escudarnos en nuestra minoría para decir “nosotros no hemos sido”. Por el contrario, estamos al pie del cañón recibiendo la “leña” por denunciar públicamente los “apaños” de CCOO, UGT y la empresa y sus graves consecuencias para los trabajadores. Creemos que la situación en la que nos han dejado los mayoritarios y la empresa, y su desinterés por afrontar este problema, merece una reflexión. No es suficiente insultar y mentir, también hay que argumentar. Aún así CGT seguirá haciendo de lo que algunos se atreven a denominar “perro descerebrado”. |
