Ayer 24 de abril, tuvimos que  acudir al juzgado de instrucción número nueve. El motivo: la querella criminal  que D. Rafael Navas, como representante de UGT interpuso contra CGT-RTVA 
por un panfleto  en mayo del pasado año. También los compañeros de CCOO se personaron,  concretamente el presidente del comité de empresa de Sevilla, Eduardo Rico -que  al parecer no tiene tiempo para convocar al comité pero sí para perderlo en los  juzgados-, para decir que ellos también tenían interpuesta la misma querella en  otra sala. No presentaron un solo papel y tampoco sabían ningún dato relevante  de ella. Esta chapuza hizo que estuviéramos allí toda la mañana mientras el  secretario de los juzgados buscaba la supuesta querella de CCOO. Al final, CCOO  se desestimó de la demanda para dejar que únicamente UGT se comiera el marrón.  La pretendida querella criminal de UGT se ha visto reducida en última instancia  a un juicio por faltas que se celebró ayer. En la vista oral tuvimos que  recordar el porqué de este panfleto. Fue durante la negociación del pacto de  elecciones municipales, donde la empresa decidió contratar a través del SAE, en  lugar de por bolsa con la connivencia de los representantes de CCOO y UGT. Ante  este hecho CGT-RTVA después de comprobar que no hubo, al menos en las oficinas  del SAE en las que corresponden publicar las ofertas de empleo de canal Sur  Tv., tal oferta decidimos informar sobre ello. En fin, una historia ya antigua  con alguna que otra casualidad de "apellidos" en la contratación por  SAE. Nuestro abogado, D. Eduardo Millán, aludió al contexto de crispación del  momento -impugnación VIII Convenio Colectivo- y al derecho a la Libertad de  Expresión.