Parece mentira como une la política. Todos sabemos que entre PSOE y PP cada vez quedan menos diferencias, pero nos sorprende ingratamente cuando los intereses ideológicamente enfrentados de la derecha y el comunismo confluyen en un mismo espacio: la delegación de Huelva, y en un mismo asunto: los tránsfugas.
También nos sorprende como los “peperinos” del Consejo de Administración, o debería decir viperinos, salen de su hastío político sólo cuando huelen la mierda. Además, esgrimen argumentos tan desconocidos para ellos como los derechos de los trabajadores –en este caso, sólo de la delegación de Huelva y sólo de la mitad de los trabajadores (los que firmaron el célebre escrito). Por algo se empieza…-.
Un escrito curioso…En Huelva, donde el principal problema de los trabajadores es que el redactor Norberto Javier presente el informativo local de Canal Sur TV, aparece un documento suscrito por poco más de la mitad del personal de la delegación. Un escrito que no firma nadie en origen pero que tuvo que escribirlo alguien y, en cualquier caso, suscribirlo el resto de los firmantes. Qué fácil es tirar la piedra y esconder la mano. Sobre todo cuando se tiene, quizás, un interés familiar –he dicho familiar, perdón, quería decir personal o político-.
El transfugismo es una práctica habitual entre todos los partidos. No vengamos a rasgarnos las vestiduras ahora. Esta deleznable actitud denota la talla enana de nuestra democracia. Con unos representantes políticos y -lo que es aún peor- sindicales, que sólo sirven a los intereses de sus respectivas ejecutivas. Insistimos, en ocasiones comunes. Podríamos peguntarle a CC.OO. quién mueve sus hilos (ver nota de IU brindando su apoyo a los trabajadores firmantes del escrito de Huelva)… o directamente a la UGT por el PSOE. O mejor, podríamos preguntarnos a nosotros mismos, sobre todo los trabajadores, por qué tragamos con esta basura.
Desde aquí, comunicarle al Sr. Mateo Risquet, consejero del PP en nuestro ilustre Consejo de Administración, que se mire ese oído. Nuestras informaciones nos indican que no debió enterarse bien cuando telefónicamente nos pidió información sobre el asunto “Norberto Javier”. No querríamos pensar que no le gustó lo que oyó y por eso arremete contra nosotros. Pensaría que, al igual que otros sindicatos, aprovecharíamos la ocasión. Quizás en política no exista la presunción de inocencia,… en CGT desde luego que sí.
Sorprende que el teléfono móvil del delegado de personal de CGT con el que habló este consejero se lo facilitara el presidente del Comité Intercentros, Miguel Benítez. Sin embargo, ante la petición del presentador de Huelva de informar a la permanente del Comité Intercentros, nuestro presidente andaba liado y nos pidió que lo solicitáramos por escrito, en un intento de burocratizar un órgano que ante todo debe ser “vivo”. Y más sorprendente aún fue que, tras esta petición ya por escrito, para el día siguiente, no apareciera ni él ni ningún delegado de CC.OO.
Nosotros en este editorial también hemos mentido. Desde el principio nos hemos hecho los sorprendidos cuando, en realidad, esta basura no nos sorprende, sólo nos indigna.
Sección Sindical CGT-RTVA