Camacho se ha  superado. Vamos que con una puñetera tableta de turrón hubiera quedado mil  veces mejor. Y es qué donde no hay, no hay y no se puede sacar. Hasta nuestro  estilista Sabino es capaz de comprar algo más bonito.
                  La “movi” es que ofende. Su calidad… ¡Qué coño calidad! Es que no tiene  calidad. Estoy seguro que lo llevo a la OCU y no pasa ni un control. Si es que  ni siquiera pone donde está fabricada, por no está no lo está ni en China. Al  menos en la mía falta el “Made in China”.
                  Lo peor es que este regalo denota la consideración que esta empresa y  su director general nos tienen. Porque esto de los regalos debe ser  premeditado: una eurocalculadora, un cd de la gaviota (¡no regrabable!) y ahora  la “movi”… ¡Aquí hay mala leche! Si no la hay, y esperaban sorprender con el  regalo, es aún peor. ¡En manos de quiénes estamos!
                  En fin, a mi hijo le ha durado 47 segundos. Se ha quedado con todo el  remolque en la mano, y después con la antena. Para colmo no trae pilas… que  siempre vienen bien para los walkman.
                  Para el año que viene Sr. Camacho, o a quién corresponda, no tire así  el dinero de los andaluces. Piense que va a comprar… piense… compre… coja el  regalito… ¡Y métaselo en el culo!
                  Papánoes(*)…
                  (*) Papánoes, es un gordo con barba vestido de rojo que parece  ebrio.