
                      En los Estatutos de la  Confederación General del Trabajo (Título I, Artículo 1) podemos leer lo  siguiente: "[La CGT] es una asociación de trabajadores y  trabajadoras que se define anarcosindicalista, y por tanto: de clase, autónoma,  autogestionaria, federalista, internacionalista y libertaria". Asimismo,  en el Artículo 2, apartados c) y d) encontramos que la CGT se propone "La eliminación de cualquier forma de  explotación y de opresión que atente contra la libertad de la persona" y  "La práctica del apoyo mutuo y de la solidaridad entre los  trabajadores/as, así como la defensa de sus intereses socioeconómicos  inmediatos". En CGT practicamos  además 1a "acción directa" (en contraposición a la "acción  mediada" que practican otros sindicatos), esto es: la intervención sin  mediadores ajenos al problema para tratar de dar una solución a éste, o lo que  es lo mismo: son los propios afectados por el problema los que trabajan para su  solución, sin "mediadores profesionales".
                                              Todo esto que acabamos de  exponer constituye eso que llamamos nuestra "otra forma de hacer  sindicalismo". Entiéndase: otra forma distinta a lo que la sociedad actual  entiende por "sindicalismo", En realidad, el nuestro es el auténtico  sindicalismo, y no lo que corre por ahí, que podría entenderse como una  "forma de desactivar cualquier protesta de los trabajadores para que no  molesten demasiado mientras nos forramos".
                                              Pues bien, hemos podido leer  este mes algunos textos periodísticos que demuestran que nuestra "forma de  hacer sindicalismo" asusta, y bastante. Concretamente, El Heraldo de  Aragón, haciéndose eco de las elecciones sindicales celebradas en General  Motors y el notable crecimiento de CGT que ha tenido lugar en éstas (segunda fuerza sindical en la empresa, con ocho  representantes en el Comité), recoge las declaraciones de los representantes de  diversos sindicatos. José López, de ()STA, manifiesta que los resultados  electorales "se ajustan de forma evidente a la situación que se vive hoy  en la planta y a la crispación". O sea, que si crece CGT en General Motors, es porque hay crispación. Por su parte;  Antonio Carvajal,-,de CCOO, opina que la plantilla no acepta lo hecho en los  últimos años (parece evidente) Y piensa que el (único diálogo en GM España va a  ser muy difícil dada la nueva configuración del Comité; afirmando que  "unos son muy radicales [en alusión a la CGT] y otros lo van a ser". Así que ésa es la imagen que  tienen de nosotros. Somos unos "radicales". Pues tienen razón: en la  defensa de los derechos de los trabajadores somos absolutamente radicales, ya  que entendemos que aquí no caben tibiezas: si los trabajadores cumplen con su  obligación, la empresa debe cumplir también las suyas hacia ellos. Como hemos  visto más arriba, uno de los objetivos de CGT es la defensa de los intereses socioeconómicos de los trabajadores/as, objetivo  que entendemos que debería ser el de toda organización sindical que se precie  de serlo, pero parece que algunos sindicatos no tienen demasiado interés en  defender a los trabajadores y que consideran "radical" a quien sí lo  hace. El tiempo, sin duda, les pasará factura, como hemos podido ver en General  Motors España.
                                              Otro ejemplo de éste miedo  apareció reflejado en un editorial de El Periódico de Catalunya que, titulado  "Expediente justificado", hacía mención a los hechos de El Prat. El  Editorialista no daba crédito a la afirmación de los trabajadores de que la  ocupación de las pistas fue un acto espontáneo; señalando que hubo  "diversos grados de participación". El texto concluía poco menos que  pidiendo las cabezas de los trabajadores, apuntando que la compañía "tiene  la obligación de buscar a los empleados desleales y sancionarlos". El  Periódico, cómo no, nos aludía también directamente, identificando a CGT como la organización que "se  impuso" el 29 de julio, mientras UGT y CCOO pedían disculpas "tarde  pero adecuadamente".
                                              No se preocupen: no nos  ofende esta campaña mediática de miedo a la CGT. Al contrario: es el mejor indicador de que lo estamos haciendo  bien. Al igual que también lo confirma la intensa represión sindical que  sufrimos en muchas empresas (el último ejemplo: Julia Santos, Secretaria  General de la Sección Sindical de CGT en Konecta, despedida ante la convocatoria por parte de la Confederación de  elecciones parciales en la empresa. El mensaje: "si te presentas por CGT, te despedimos"). Si fuéramos  inofensivos, no nos tendrían en cuenta, así que estamos haciendo un buen  trabajo.
                                              Hoy día, cuando se cumplen setenta años de la  Revolución Libertaria, cuya vigencia actual queda demostrada por el éxito con  que se están saldando los diversos actos conmemorativos realizados por todo el  estado, la CGT sigue luchando por un  mundo mejor. Como dice uno de nuestros carteles: "Tú decides".
                      Editorial  de Rojo y Negro (Noviembre 2006)