
                      Con el  último Kanalillo se montó un revuelo importante. Es sorprendente la capacidad  de algunos –sirviendo a sus propósitos- para quedarse en el continente y pasar del contenido. En esta, nuestra casa,  importan las apariencias aunque éstas sólo sean el envoltorio de muchas  miserias.
                       Al  parecer en la RTVA, colocar en el mismo artículo el calificativo hijo de puta peligroso y el nombre del  director de un centro territorial es cruzar todos los límites establecidos...  Aunque todo el mundo sepa que Hijo de  Puta Peligroso se refiere a una sección del Kanalillo. Una sección que se  repite en cada Kanalillo y que la escribe en primera persona el propio hijo de puta peligroso.
                       ¿A qué  nivel de aborregamiento estamos  llegando en esta empresa? Algunos se llevan las manos a la cabeza y piden  venganza por tal desvergüenza. La venganza ha llegado servida en aperturas de  expedientes disciplinarios. Un poco más de lo mismo: mucho envoltorio y nada  más. Sin embargo, no quieren entrar en el fondo. No se avergüenzan de la  actitud de Modesto con Juanlu. Está claro que el hijo puta peligroso se ha equivocado. Nos hemos equivocado. Mea culpa.
                       Nos  equivocamos en bromear con algo tan serio como es la discriminación sindical.  El acoso sindical al que Modesto Barragán podría estar sometiendo a nuestro  delegado sindical en Cádiz. Realmente pensábamos que el artículo del Hijo Puta Peligroso iba a traer cola.  Pero precisamente por el contenido y  no por el continente. 
                       Por decir  en él que el director del Centro territorial de Cádiz, Modesto Barragán se  niega a reunirse con un representante de CGT. Por decir que con su connivencia  está permitiendo que le perjudiquen en los turnos. Por denunciar públicamente,  cómo abusando de su poder, ha metido mano en la nómina del delegado sindical de  CGT en Cádiz. Eso sí, con la connivencia del Ex-Carlos Salazar y José Méndez. Y por decir claramente, que esta  actitud deplorable del director de Cádiz no es más que la respuesta  reaccionaria ante las denuncias en la Inspección de trabajo de Cádiz de nuestra  sección sindical por turnos de nueve días seguidos en su delegación.
                       No  podemos culpar a nadie. Lo que pasa en esta casa no es, ni más ni menos, lo que  ocurre en nuestra sociedad. El grado de apaciguamiento en el que vivimos. El  conformismo comprado -o vendido, si los interlocutores son los sindicatos mayoritarios-. Aquí hay que guardar las  formas aunque te estén pisando el cuello. “Discúlpeme.  Sin ánimo de ofender. Sería usted tan amable de quitar su pie de mi garganta  que no me deja respirar, por favor...” 
                       Sinceramente  lo han conseguido. El chiringuito está perfectamente engranado. No falla en  ningún nivel. Mientras millones de parados están con el agua al cuello, y ven  con escepticismo, como quitan momentáneamente el tapón -con las moratorias en  las hipotecas para desempleados- para que puedan coger quizá la última bocanada  de aire, el resto puede leer tranquilamente, por ejemplo, la asignación  presupuestaría del principito Felipe  y su parienta sin escandalizarse para nada de ello. Eso sí, que no se le ocurra  a nadie hacer una caricatura del príncipe repasando el griego con la Letizia... Porque ese tipo de desvergüenza atenta  contra los principios elementales y esto lo dicen hasta los que están tragando  agua... Enhorabuena. El sistema es infalible. 
                                              Sección Sindical CGT-RTVA.