Carlos Salazar, director de RR.HH. de la RTVA, en el banquillo de los acusados.
Ayer, 2 de diciembre, el director de Organización, RR.HH. Y SS.GG. De la Agencia Pública Empresarial de la RTVA, Carlos Salazar Murillo, se sentó en el banquillo de los acusados en un juicio por faltas en la sala de los juzgados de lo penal número 13 de Sevilla.
Carlos Salazar Murillo fue juzgado ayer por una presunta falta por injurias y coacción a un delegado de personal de la sección sindical de CGT-RTVA, Emilio Maíllo.
Es la primera vez que un conflicto laboral en la RTVA traspasa de lo Social a lo Penal. Carlos Salazar fue defendido por el abogado de la empresa y llevó como testigo al jefe de Personal, José Méndez. Su otro testigo, la jefa de Contratación, que en un primer momento sí recogió las manifestaciones de CGT-RTVA en el primer acta, no acudió a la vista oral y la defensa anunció que renunciaba a ella como testigo.
La acusación llevó como testigo a un representante sindical del SPA (Sindicato de Periodistas de Andalucía), que estuvo presente en la mesa de negociación durante el conflicto.
Antes de quedar visto para sentencia, el abogado del representante sindical de CGT-RTVA pidió al acusado, Carlos Salazar que declarase cuáles eran sus retribuciones mensuales como alto directivo de la RTVA para poder así cuantificar la multa que solicitaría ante el tribunal. El director de Recursos Humanos se acogió a su derecho de no contestar.
Los hechos fueron denunciados el día 9 de junio ante la Comisaría de la Policía Nacional de San Juan de Aznalfarache. En esta denuncia se relataba cómo el denunciado, Carlos Salazar, rompió e impidió que dicho representante firmara como no conforme las actas que recogían las manifestaciones de CGT, advirtiendo de la vulneración de las bases publicadas por parte de la empresa, CCOO y UGT para el proceso de reconversiones de 25 puestos de trabajo de la RTVA a una categoría superior.
Todo comenzó cuando la representante de CCOO-RTVA, Francisca Moya, se negó a admitir esas manifestaciones que sí aparecían en el borrador entregado por la jefa de Contratación en representación de la propia empresa. La negativa de CCOO provocó la intervención del director de RR.HH. que acudió a la reunión junto con el jefe de Personal, José Méndez. Una vez allí ordenó sacar copias nuevas sin las manifestaciones de CGT-RTVA. El delegado de personal de CGT-RTVA procedió a firmar las copias nuevas como NO CONFORME provocando el enfado del director de RR.HH., que rompió las actas y volvió a ordenar copias nuevas. Ante el intento de volver a firmar como no conforme las segundas copias, el director de RR.HH. arrancó las actas de las manos del representante sindical y dio por terminada la reunión, entregando las actas a cada uno de los restantes representantes sin las manifestaciones, ni el no conforme de CGT.
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