Vaya, por fin llegó el momento de negociar un nuevo convenio. Antes de que digáis nada, no parece que sea momento de pedir mucha subida salarial, pero en nuestra empresa eso no parece preocupar, quizás porque son muchos los que cobran sustanciosos pluses y ya se encargan de ir pregonando que la vida esta muy mal y la economía peor, pero qué pasaría en la Nuestra (Suya) si revisásemos el aumento y los sueldos de directivos, pluses de jefes de departamento, encargados varios, coordinadores múltiples, los cambios de puestos de algún/a suertudo/a por caminos que bordean la legalidad y desde luego la ética, etc. No sería nada extraño que al currito de a pie (sueldecillo pelao) esto se la repanfinfle y exija corregir tanto desvarío.
Ya vale de pedir austeridad al que menos cobra y exijámosle a la dirección que de muestras de austeridad corrigiendo sus excesos.
Necesitamos recuperar la voluntariedad para descansar o cobrar las horas extras, después de llevar años viendo la imposibilidad de fiscalizar la contratación que se supone que debe realizar la empresa por las horas extras realizadas y viendo como ésta junta churras con merinas, hay que volver al estado anterior y a lo que marca el Estatuto de los Trabajadores respecto a las horas extras, vamos que sea el trabajador que las realiza el que decida si las descansa o las cobra. De la misma manera que habría que recuperar los pluses que abonaban conceptos como la turnicidad y la verdadera disponibilidad de aquellos que sufren la imposibilidad de conciliar su vida familiar y laboral, reconozcamos que no es lo mismo tener un turno mas o menos fijo que estar dando tumbos todos los meses, incluso a veces semanalmente. Todos recordamos que el plus de disponibilidad se consiguió para equiparar en el pasado nuestros sueldos al resto de los de las tv autonómicas, pero ya ha llovido mucho y no se ha conseguido que dicho plus se metiese en nuestro salario base, es más, en un apretón de tuerca la empresa consiguió que fuera incompatible la percepción de la disponibilidad y la turnicidad, y claro, a aquellos que lo padecen les entran ganas de montarla de una vez y acabar con estos agravios.
