
A estas alturas todos sabéis que el Tribunal Supremo ha fallado desestimando el recurso de casación que interpusimos después de que la Audiencia Nacional no entrase en la impugnación de la Disposición Adicional II.
Ésta ha sido una lucha larga, y aunque hemos escrito muchas notas explicando el porqué, cualquier discurso demagógico del momento desvirtúa una acción dirigida, fundamentalmente, a defender la igualdad de méritos y capacidad para ser fijo en una empresa pública. Una empresa que se lleva casi 300 millones de euros de dinero público.
Ahora es fácil salir de puntillas por la vía de la demagogia. Quizá haya que recordar alguno de aquellos pasos. La Disposición Adicional II, basándose en la contratación irregular –o sea fraudulenta,- hizo fijos a 316 trabajadores. Pero el criterio a seguir no fue el que marca la ley (concatenación de obra y servicio, etcétera) más bien fue el que marcó Carlos Salazar, Rafael Navas y Miguel Benítez. La arbitraria cifra de “2585 días cotizados”. Un criterio, que obvia decir, no recoge ninguna ley. Un gran eufemismo para meter a quiénes ellos quisieron, poniendo el tope donde ellos quisieron. No hubo distinción de contratos (al menos 60 eran interinos). Mientras, compañeros con contrato en fraude de ley seguían sin el amparo de nadie.
Esta fue la principal razón por la que decidimos arremeter contra la Disposición Adicional II. Ni se ajustaba a la ley, ni era para todos. Pero esto sólo fue el principio, luego comenzaron los apaños como elegir el puesto y localidad. Así fue como la delegada de CC.OO eligió ser redactora en Granada. O algunos delegados de UGT vieron realizada su pretensión de ser trasladados en la misma localidad (de radio a televisión). La empresa por su parte regalaba la fijeza a los que durante años había metido fuera de bolsa. La empresa arregló de un plumazo años de negligencia y apaños en los RR.HH. Y todo al módico precio de que los redactores (ese colectivo tan querido por ugt y cc.oo, sólo hay que oírles como hablan de los redactores en las distintas mesas) se tragasen la digitalización sin negociación, al igual que otros colectivos afectados.
Es cierto, también hubo beneficiados colaterales. Compañeros que llevaban toda la vida aquí y que hubieran entrado en el Concurso libre de Méritos que la empresa, ugt y cc.oo tumbaron porque no salían en la foto los que ellos querían. También hubo más de uno, y eso no se le escapa a nadie, que cumplia todas las incapacidades necesarias para el puesto y que no hubieran sacado nunca la fijeza si no se la regalan.
Todo esto sin pasar por alto el pequeño detalle de las oposiciones libres. Si esto estaba tan claro, por qué a los demás compañeros los abocan en la misma disposición adicional II a los exámenes. Y ¿Por qué enfriaron descaradamente a los que querían denunciar el fraude? Parece que la iniciativa siempre tiene que partir de ellos. La fijeza cuando y como ellos quieran para que mientras tanto les debas una y ellos sigan pegados a su sillón y de espaldas a los trabajadores.
Sección Sindical CGT-RTVA.