Es inaceptable la práctica que desde hace tiempo usan sindicatos como ugt y ccoo que, a falta de argumentos, arremeten contra los representantes de CGT inmiscuyéndose en sus vidas privadas. Desde qué coche tienen, a dónde y cuando se van de vacaciones o sobre sus relaciones familares.
Resulta inadmisible en una sociedad democrática que estos sindicalistas de juguete se dediquen, en vez de tratar de solventar la cantidad de problemas que nos aquejan a los trabajadores a criticar y a guarrear, cual programilla basura del corazón. A nadie les debe interesar ni cuándo, ni cómo, ni dónde, si no tiene que ver con el trabajo (respeto a la individualidad y a la vida privada). Aunque os cueste, deberíais empezar a trabajar para todos a los que decís representar y dejar de hacer prensa amarilla, a nos ser que queráis que en alguna de esas promociones internas que firmáis se os cuente como tiempo trabajado, de redactor, claro.