
El hijo de puta peligroso os va hablar hoy de la puta obra que llevamos viviendo en la tele ni se sabe ya cuanto tiempo -yo creo que la comenzó Gaudí y con este hombre y su mala pata con los tranvías ya se sabe-. En fin, el otro día, coincido en el ascensor con un obrero, pero no de los de “comisiones” sino de los que llevan casco y van llenos de manchas, los de verdad vaya. Por aquello del molesto silencio del ascensor le pregunto al buen hombre por la obra:
- Qué tal, acabaremos algún día esta “ñapa”.
Respuesta contundente:
- Esto no hay quién lo acabe. Aquí no hay quién se aclare. Haz esto, ahora eso ya no vale, ahora sí. Cada día una cosa nueva, no se aclaran.
- Bueno, lo normal en un obra ¿no?
- ¡Pó No! De normal nada, esto no lo es visto yo “namasqueaquí”
El ascensor llega a mi planta.
- Bueno pues nada, paciencia y no olvide que está usted en la RTVA.
Lástima que no hay más plantas sino hubiéramos hablado de las subcontratas. Al parecer, una vez más La Nuestra –porque la pagamos todos- la vuelve a cagar al adjudicar un servicio externo, en este caso la “ñapa”. Como decía mi abuela –lajaputa- lo barato sale caro… claro que si tu no lo pagas. En fin, que han tenido que ir rectificando muchas cosas que ya estaban hecha, pero hechas con el culo.
Y digo yo, si no son capaces de aclararse con las oficinas nuevas, qué va a ser de nosotros con el “revolucionario” cambio tecnológico... También me pregunto, si es tan difícil la obra. Imagino que habrán contratado a un arquitecto, aunque sea por el 10% de manga ancha famoso. Ya sé lo que va a ser, esto va a ser... que los jefes no se aclaran con los despachos. Vamos que todos quieren tener una ventana desde donde se vea bien el atasco mañanero. Sería interesante echarle un vistazo a las cuentas y ver cuánto de más está costando todo este “buen hacer” a los que tan acostumbrados nos tienen nuestros infalibles directivos. También se me ocurre –y esto es típico de un hijo puta como yo- que no quieran acabar con la obra para no tener que comenzar con la redacción digital. Y no lo entiendo, con lo clarito que está todo: el montador ya no monta informativos, -y eso que me ahorro, ¡ole!- y el redactor que monte que para eso le voy a pagar… a ver déjame que sume… igual. Sale igual que por no hacerlo, curioso. Ole, ole y ole. ¡Ah! Se me olvidaba y el que no monte... ya me lo “montaré” yo pá que monte...Je,je,je.
H.P.P. (Hijodeputa peligroso) |